Oriundo del municipio de Bosconia, Cesar, Romero Beltrán visita, desde hace 12 años, las calles de Valledupar y aunque su vida la ha construido con mucho esfuerzo está muy agradecido con Dios por los logros que ha obtenido junto a su esposa y sus tres hijos, quienes asegura son su razón de vivir.
Entre ires y venires los días pasan y la ansiedad de poder cumplir la cita con la Locomotora del Fondo Nacional del Ahorro se refleja en sus ojos al confesar eufóricamente que con la ayuda de la entidad y la posibilidad de ahorrar aspira a comprar su casita.
Aquella vivienda que con tanta ganas esperan para poder brindarles un techo a sus hijos y mejorar la calidad de vida.
María José es la mayor y aunque tiene 4 añitos es la encargada de sus hermanos, pero no porque sus padres no estén pendientes o no tengan el tiempo, sino porque, según Manuel, ella hace el papel de mamá protectora.
Asegura que ella manda a su hermano Jesús Manuel, de 2 añitos, quien ya camina y le desordena todo sus juguetes y aún más con la llegada al hogar de Andrés Felipe, su hermanito menor de 7 meses, quien se roba toda la atención de la familia.
Manuel Gregorio trabaja desde las 8 de la mañana cerca a la Alcaldía del municipio, como técnico de sonido, profesión que desempeña desde muy joven, ya que su padre le enseñó.
Con papeles en mano, él toma la capacitación que los asesores del FNA les brinda en jornada continua a todos los habitantes del municipio de Valledupar y a sus alrededores para conocer el portafolio de servicios y beneficios que ofrece la entidad. Comienza su ahorro con una cuota de 60.000 pesos, que consignará el próximo martes.
Esta vivencia de Manuel Gregorio es una prueba más de que el FNA llega a todos los colombianos.
Todo Colombiano debe Dar tanto como pueda, todo Colombiano debe Trabajar tanto como pueda y todo Colombiano debe AHORRAR tanto como pueda.
UNIDAD DE COMUNICACIÓN Y PRENSA